Los cambios en los usos del suelo representan un desafío para la conservación de la biodiversidad, la erosión del suelo y la mitigación del cambio climático, entre otros desafíos ambientales claves. Sólo de 1990 a 2015, la cobertura forestal mundial disminuyó en un 3,1% según datos del IPCC y FAO. Esta cifra, aparentemente pequeña, representa la captación de no menos del 30% de emisiones de gases de efecto invernadero.
La urgencia de estas problemáticas requieren soluciones innovadoras y sostenibles que permitan reverdecer espacios al mismo tiempo que se conserva su funcionalidad. La bioingeniería es una disciplina que combina principios biológicos, como la incorporación de plantas nativas, e ingenieriles, como la instalación de retenedores y geosintéticos. Esta versatilidad le confiere valiosas ventajas para restaurar ecosistemas degradados y fortalecer su capacidad para brindar servicios ecosistémicos.
Los nodos de biodiversidad, diseñados y construidos mediante técnicas de bioingeniería, estabilizan el suelo (física, química y biológicamente), actúan como refugios para la vida silvestre y conectan fragmentos de hábitats, contribuyendo a la recuperación de la biodiversidad y aportan calidad de vida de las comunidades locales.
En este artículo te contaremos qué son los nodos de biodiversidad, cuales son sus componentes y beneficios. Finalmente revisaremos brevemente los pasos para su implementación.
¿Qué son los nodos de biodiversidad?
Los nodos de biodiversidad son áreas definidas dentro de un paisaje, diseñadas para incrementar la biodiversidad, mejorar la conectividad ecológica y evitar la erosión del suelo. Estos espacios pueden ser de tamaño y forma variables de acuerdo a la zona a restaurar. Incluyen una variedad de plantas nativas y enmiendas orgánicas dando lugar a diversos hábitats que actúan como refugio, alimento y sitios de reproducción para diversidad de especies de fauna local.
En zonas con pendiente, los nodos se delimitan por uno o más bioretereneros dispuestos en forma de medialuna, en sentido perpendicular a la inclinación. Este diseño genera un sector cóncavo donde se plantan distintas especies de vegetales que son propias de la región, es decir, plantas nativas. Estas plantas se colocan de forma que no queden alineadas, sino un poco desordenadas, lo que se conoce como "tresbolillo" (Figura 1). Además, se complementan con biomantos e hidrosiembra para favorecer la revegetación y estabilización del suelo.
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Componentes de un nodo de biodiversidad
Un nodo de biodiversidad es un ecosistema en miniatura cuidadosamente diseñado para restaurar y mejorar la salud de nuestros entornos naturales. Combina vegetación nativa, bio retenedores y biomantas, cada componente interactúa de manera sinérgica, creando un hábitat propicio para la vida y contribuyendo a la restauración del suelo y de ecosistemas degradados
▸ Vegetación Nativa
Un elemento central de esta estrategia es la selección de especies de plantas nativas adaptadas a las condiciones locales. Las mismas, han evolucionado durante siglos para adaptarse a las condiciones climáticas, el suelo y los recursos hídricos de una región específica. Esto les permite sobrevivir y prosperar con menor mantenimiento, lo que contribuye a la sostenibilidad del proyecto y reduce los costos.
Además, muchas especies de animales han evolucionado de forma conjunta con las plantas nativas, desarrollando relaciones simbióticas que son esenciales para su supervivencia. Ciertas aves dependen de frutos específicos para alimentarse, mientras que otros insectos polinizan flores nativas. Por ejemplo, la especie arbustiva Sen de Campo (Senna corymbosa) es hospedera de doce especies de mariposas diurnas, entre las que se destacan la "Brincadora azul" (Astrapters fulgerator), "Limoncito" (Eurema deva), "Azufrada de bandas naranjas" (Phoebis philea), "Saltarina fúnebre" (Erynnis funeralis) y "Saltarina de cola blanca" (Urbanus albimargo).
En la Figura 2, podemos observar algunas interacciones de plantas y fauna nativa. Sin embargo, este es un esquema reducido que no alcanza a ilustrar la vasta red de interacciones que se logra al incorporar un número considerable de especies.
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En el diseño paisajístico, no sólo se considera la interacción con otros organismos sino que es fundamental seleccionar especies de estructuras distintas para generar un espacio compacto una vez que las especies adquieran su porte definitivo.
▸ Biorretenedores
Los biorretenedores, también conocidos como biorrollos, son estructuras diseñadas para interceptar y ralentizar el flujo de agua, reduciendo la erosión y promoviendo la infiltración. Se componen de materiales orgánicos, como la fibra de coco, garantizando su biodegradabilidad una vez que sean incorporados en el suelo.
Los biorretenedores actúan como trampas de sedimentos, capturando las partículas de suelo arrastradas por el agua, lo que también provoca una mejora en la calidad del recurso hídrico. Además, es posible rellenar su interior con un sustrato fértil y semillas de plantas nativas, apoyando el desarrollo vegetal del nodo. En este sentido, tienen un diseño que permite que se integren armoniosamente en el paisaje, mejorando su aspecto visual.
▸ Biomanto
Un biomanto, también conocido como geomantas, es un material biodegradable compuesto de fibras naturales, que se coloca sobre el suelo para protegerlo y facilitar la revegetación. Los biomantos son un aliado de la instalación de nodos de biodiversidad ya que actúan como una barrera física que evita que el suelo sea arrastrado por el viento o el agua, especialmente en pendientes o áreas expuestas.
Además, ayudan a retener la humedad en el suelo, lo que favorece el enraizamiento y el crecimiento de las plantas. Una de las funciones más relevantes es que impiden que las semillas de malezas germinen y compitan con las plantas nativas, facilitando así su establecimiento. Para ello se instala la biomanta y luego se realizan orificios donde se instalan las plántulas de las especies nativas seleccionadas.
▸ Hidrosiembra
La hidrosiembra es una técnica que consiste en aplicar una mezcla de semillas, fertilizantes, mulch (material orgánico) y un adhesivo a base de polímeros biodegradables sobre la superficie del suelo mediante equipos especializados.
Permite establecer una cobertura vegetal en poco tiempo, lo que reduce la erosión del suelo y mejora la estética del sitio. Además, garantiza una distribución homogénea de las semillas, lo que favorece el establecimiento de una vegetación densa y uniforme.
Ventajas de los nodos de biodiversidad
Los nodos de biodiversidad ofrecen una multitud de beneficios tanto para el medio ambiente como para las comunidades locales. Estos pequeños ecosistemas, diseñados para imitar los procesos naturales, juegan un papel crucial en la restauración y conservación de la biodiversidad.
▸ Revitalización de la biodiversidad
Los nodos de biodiversidad ayudan a la regeneración ambiental de áreas degradadas y a restablecer los procesos ecológicos naturales. Al proporcionar hábitat, semillas, polinizadores y recursos para diversas especies, los nodos fomentan la colonización de áreas adyacentes, contribuyendo a restablecer redes tróficas.
En esta línea, aceleran el proceso de sucesión natural, facilitando la colonización por especies pioneras y el establecimiento de comunidades vegetales más complejas. Además, pueden conectar fragmentos de hábitat aislados, facilitando el movimiento de especies y promoviendo el flujo genético.
▸ Protección del suelo
La vegetación y las estructuras de los nodos ayudan a prevenir la erosión del suelo, mejorando su fertilidad y estabilidad. Por un lado, las hojas de las plantas interceptan las gotas de lluvia, disminuyendo su energía y evitando que impacten directamente sobre el suelo, lo que reduce la erosión por salpicadura.
Las terrazas crean niveles en el terreno, reduciendo la pendiente y disminuyendo la velocidad del agua de escorrentía. Los bioretenedores y las plantas, especialmente aquellas con raíces profundas y sistemas radiculares extensos, ralentizan el flujo del agua sobre la superficie del suelo. Esto disminuye la vulnerabilidad a la erosión, evitando la formación de cárcavas.
▸ Mejora de la calidad del agua
Los nodos de biodiversidad actúan como filtros biológicos que purifican el agua. Las plantas y las estructuras de los nodos, como los bioretenedores, capturan los sedimentos arrastrados por el agua de lluvia, evitando que lleguen a los cursos de agua y contaminan los ecosistemas acuáticos.
Las raíces de las plantas absorben nutrientes como el nitrógeno y el fósforo presentes en el agua, evitando su lixiviación hacia los cuerpos de agua y reduciendo la eutrofización. Además, algunos microorganismos presentes en el suelo de los nodos son capaces de degradar ciertos contaminantes orgánicos, contribuyendo a la descontaminación del agua.
▸ Mitigación del cambio climático
Los nodos de biodiversidad juegan un papel clave en la mitigación del cambio climático. Por un lado, las plantas de los nodos absorben dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera durante el proceso de fotosíntesis y lo almacenan en su biomasa y en el suelo. Esto contribuye a reducir la concentración de CO2 en la atmósfera y a mitigar el efecto invernadero.
Además, la vegetación de los nodos influye en el microclima local, reduciendo la temperatura del aire, aumentando la humedad relativa y moderando los extremos climáticos.
▸ Beneficios sociales
Los espacios verdes creados por los nodos de biodiversidad ofrecen beneficios estéticos, recreativos y de salud mental a las comunidades locales. Además, la vegetación mejora la calidad del aire al filtrar el aire, lo que impacta positivamente en la salud de la comunidad.
Los nodos actúan como aulas abiertas para la educación ambiental, permitiendo a las personas aprender sobre la importancia de las plantas nativas y la conservación de la biodiversidad. En este sentido, los proyectos de creación de nodos de biodiversidad pueden ofrecer oportunidades para el turismo sostenible, generando empleo. Finalmente, el embellecimiento del paisaje, puede aumentar el valor de las propiedades circundantes.
Diseño e implementación de nodos de biodiversidad
El diseño e implementación de un nodo de biodiversidad es un proceso multidisciplinario que requiere una planificación detallada y una consideración cuidadosa de diversos factores ecológicos, sociales y económicos. A continuación, exploraremos los aspectos clave involucrados en este proceso:
Análisis del sitio:
Evaluación ecológica: Identificar áreas degradadas con potencial de restauración, considerando factores como la calidad del suelo, la hidrología, la topografía y la presencia de especies nativas.
Análisis de conectividad: Evaluar la conectividad del sitio con otros ecosistemas para facilitar el movimiento de especies y promover la diversidad genética.
Selección de Especies:
Especies nativas: Priorizar el uso de plantas nativas adaptadas a las condiciones locales, ya que estas tienen mayores probabilidades de sobrevivir y establecerse. Además, se priorizarán aquellas que forman parte de la sucesión primaria para favorecer la consolidación del ecosistema nativo.
Consideraciones funcionales: Seleccionar especies que proporcionen una variedad de funciones ecológicas, como la fijación de nitrógeno, la producción de néctar y frutos.
Interacciones ecológicas: Considerar las interacciones entre las especies seleccionadas para crear comunidades estables y resilientes.
Implementación:
Preparación del sitio: Realizar las actividades necesarias para preparar el sitio, como la remoción de especies invasoras, la corrección de problemas de drenaje y la preparación del suelo.
Instalación de infraestructura: La biomanta se instala sobre todo el nodo mientras que los bioretenedores se ubican en zonas estratégicas, como en los bordes de taludes o en áreas con alta pendiente.
Plantación: Utilizar técnicas de plantación adecuadas para cada especie y garantizar un alto porcentaje de supervivencia.
Monitoreo y Evaluación
Indicadores biológicos: Monitorear la diversidad de especies, la abundancia de poblaciones y la estructura de las comunidades vegetales.
Indicadores de salud del suelo: Evaluar indicadores de salud del suelo, del agua y del aire.
Indicadores sociales: Evaluar la percepción de las comunidades locales sobre el proyecto y los beneficios obtenidos.
Conclusiones
Los nodos de biodiversidad emergen como una solución ecológica de gran potencial para abordar los desafíos ambientales actuales. Al combinar principios de ingeniería y ecología, estos microecosistemas diseñados estratégicamente ofrecen una serie de beneficios que van más allá de la simple restauración de áreas degradadas.
Además de estabilizar suelos, controlar la erosión y mejorar la calidad del agua, actúan como islas de biodiversidad en paisajes fragmentados, proporcionando hábitat, alimento y refugio para una amplia gama de especies. Al conectar fragmentos de ecosistemas, estos nodos facilitan el flujo genético y promueven la resiliencia de las poblaciones. Además, al acelerar los procesos de sucesión ecológica, los nodos contribuyen a la restauración de funciones ecosistémicas fundamentales, como la regulación del ciclo hidrológico, la captura de carbono y la formación de suelo.
En resumen, los nodos de biodiversidad son mucho más que simples jardines. Son sistemas complejos que interactúan con el entorno de manera dinámica, proporcionando una serie de servicios ecosistémicos esenciales para la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. A medida que profundizamos nuestra comprensión de los procesos ecológicos y desarrollamos nuevas tecnologías, las posibilidades de aplicación de los nodos de biodiversidad se expanden, ofreciendo un camino prometedor hacia un futuro más sostenible.
Bibliografía
Meza, F. (2022) Cambio climático, agricultura y suelo. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
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