Desertificación en Argentina: causas, consecuencias y soluciones para frenar su avance

17.12.24 03:02 PM

La desertificación es un fenómeno que se relaciona con la degradación del suelo, puntualmente de zonas áridas y secas. Como resultado, se pierde biodiversidad y servicios ecosistémicos, generando consecuentes pérdidas productivas, migración, pobreza y desequilibrios territoriales.

Las principales causas de la desertificación son malas prácticas agrícolas, la gestión hídrica deficiente, los cambios en el uso del suelo y el cambio climático. Actualmente, la desertificación en Argentina afecta al 40% del territorio nacional, impactando principalmente a las zonas de la Puna y Pre-Puna, la región Chaqueña y en la Patagonia. 

En este artículo, exploraremos en profundidad el fenómeno de la desertificación en Argentina, sus causas, consecuencias y estrategias posibles que se pueden implementar para prevenirla.

¿Qué es la desertificación?

La desertificación se define, según la ONU, como la degradación de los suelos de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultantes de diversos factores, entre ellos las variaciones climáticas y las actividades humanas. Este concepto es el más utilizado y se consensuó en 1992 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en Río de Janeiro. No obstante, el término es limitado ya que aborda las variaciones climáticas y actividades humanas de forma independiente, sin lugar a la interacción entre los factores.

Por tal motivo, la FAO define la desertificación como el conjunto de factores geológicos, climáticos, biológicos y humanos que provocan la degradación de la calidad física, química y biológica de los suelos de las zonas áridas y semiáridas poniendo en peligro la biodiversidad y la supervivencia de las comunidades humanas. 

En simples palabras, la desertificación es un proceso en el que el suelo reduce o pierde sus propiedades, adoptando características propias de un desierto. 

Desertificación en Argentina

De acuerdo con el Informe de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, se estima que, a nivel mundial, el 10-20% de las tierras secas y el 24% de las tierras productivas del mundo están degradadas. 

La erosión de suelos en Argentina es un fenómeno que afecta a gran parte del territorio, y se explica principalmente por la constante presión extractiva y ocupacional de las últimas décadas.

La desertificación en Argentina generada a raíz de la erosión natural y antrópica es una realidad que afecta al 40% del territorio. Es decir que de las 270 millones de hectáreas de superficie totales del territorio, alrededor de 100 millones de hectáreas sufren procesos de degradación. 

La desertificación en Argentina es aún más alarmante cuando ponemos el foco en las tierras áridas. Se estima que el 81,5% de las tierras áridas y semiáridas del país, se encuentra bajo dinámicas de desertificación. 

Los procesos de desertificación en Argentina se concentran mayormente hacia el centro, oeste, norte y sur del país, dejando exenta la parte este. Abarca principalmente las regiones de la Puna y Pre-Puna, la región Chaqueña y en la Patagonia. 

Figura 1. Indicadores de la desertificación en Argentina. Fuente: elaboración propia a partir de  Morales, 2012; MAyDS, 2021; MAyDS & COFEMA, 2023.


Causas de la desertificación en Argentina

  • Prácticas agrícolas-ganaderas no sostenibles

El uso excesivo de tierras para la agricultura intensiva, sin rotación de cultivos ni descanso del suelo, agota los nutrientes esenciales y contribuye a la erosión.  Asimismo, el sobrepastoreo de ganado degrada la vegetación natural, dejando el suelo expuesto y vulnerable a la erosión hídrica y eólica. 

Actualmente, cerca del 12% de la superficie del país, especialmente en las zonas áridas de la Patagonia, Cuyo y el NOA, enfrenta altas tasas de erosión eólica. Por otra parte, casi el 26% sufre erosión hídrica. Ambos procesos aceleran la pérdida de calidad del suelo y favorecen la expansión de áreas desérticas.

  • Cambios en el uso del suelo

Los cambios en el uso del suelo son una de las principales causas de la desertificación en Argentina, afectando mayormente la región chaqueña. La deforestación, impulsada por la expansión de la frontera agrícola, desempeña un papel crucial en este proceso. 

A medida que se talan bosques y se eliminan ecosistemas naturales para dar lugar a cultivos y pasturas, el suelo pierde su cobertura vegetal protectora. Este cambio drástico degrada la calidad del suelo favoreciendo a los procesos erosivos y al avance de la desertificación. 

  • Manejo hídrico no sostenible

El manejo hídrico no sostenible es una causa clave de la desertificación en Argentina. Las prácticas de riego inadecuadas, la extracción excesiva de aguas subterráneas y los sistemas de drenaje inadecuados pueden acumular sales en el perfil del suelo, dando lugar a procesos de salinización.

La salinización del suelo pone en peligro la productividad de las tierras agrícolas, degradando sus propiedades químicas y biológicas. Los procesos de salinización son más evidentes en el oeste del país, en áreas de agricultura intensiva, y afectan casi al 25% de su superficie total.

  • Cambio Climático

El 70% del territorio argentino se clasifica como árido a semiárido, característica que lo hace propenso a la erosión. Sin embargo, el cambio climático está agravando esta aridez, intensificando las sequías y alterando los ciclos hidrológicos, lo que reduce aún más la disponibilidad de agua. 

Además, los eventos extremos, como tormentas y olas de calor, aumentan la erosión y la pérdida de humedad. A medida que el clima continúa cambiando, se prevé que las zonas afectadas por la desertificación en Argentina aumenten, poniendo en riesgo ecosistemas y economías locales.

  • Incendios

Los incendios son una causa significativa de desertificación en Argentina que afecta mayormente a la región patagónica. Estos eventos destruyen rápidamente la vegetación, que actúa como una capa protectora del suelo. 

La pérdida de vegetación expone el suelo a la erosión por viento y agua, disminuyendo su capacidad para retener agua y nutrientes. Por otra parte, la ceniza y el humo resultantes pueden alterar la composición química del suelo, afectando negativamente su fertilidad.


Consecuencias de la desertificación en Argentina

  • Pérdida de servicios ecosistémicos y biodiversidad 

La pérdida de calidad de los suelos, compromete su fertilidad y su capacidad para sustentar la vegetación. A su vez, la disminución de la cobertura vegetal reduce los hábitats disponibles, lo que provoca la pérdida de biodiversidad. 

Muchas especies no pueden adaptarse a las nuevas condiciones o encuentran su entorno fragmentado. Esto conlleva no solo a la pérdida de biodiversidad sino también a la pérdida de servicios ecosistémicos esenciales, como la regulación del agua, la captura de carbono y la estabilidad del clima local.

  • Pérdida de productividad

A medida que los suelos se degradan, su capacidad para sustentar cultivos y pasturas se ve comprometida, lo que reduce la producción agrícola y ganadera. Esta disminución en la productividad disminuye el suministro de alimentos, poniendo en jaque la seguridad alimentaria y aumentando la vulnerabilidad de las comunidades. 

La escasez de alimentos también puede elevar los precios, dificultando el acceso a una nutrición adecuada y agravando los problemas socioeconómicos en las regiones afectadas. 

Asimismo, la pérdida de productividad trae aparejada una importante pérdida económica. Estudios sugieren que los costos de la degradación de la tierra en Argentina rondan en casi 15 millones de dólares, lo que equivale al 8% del PBI.

  • Migración, pobreza y desequilibrios territoriales

La desertificación en Argentina también impulsa la migración, la pobreza y los desequilibrios territoriales. La pérdida de productividad en las zonas afectadas reduce las oportunidades económicas en la agricultura y ganadería. Como resultado, las comunidades se ven obligadas a abandonar sus tierras en busca de mejores condiciones en áreas urbanas o menos degradadas. 

Este éxodo puede intensificar la pobreza en las regiones desertificadas y aumentar la presión sobre las ciudades receptoras, exacerbando así las desigualdades.


Figura 2. Causas y consecuencias de la desertificación en Argentina. Fuente: elaboración propia a partir de MAyDS, 2021.


Cómo combatir la desertificación en Argentina

No quedan dudas de que la desertificación en Argentina requiere tomar cartas en el asunto. Las acciones preventivas son esenciales para mitigar la expansión del problema. Sin embargo, en algunas partes del país, el impacto ya es evidente. En consecuencia, las medidas reactivas son cruciales para restaurar, en lo posible, las condiciones originarias del suelo. 

Solo mediante un enfoque equilibrado que combine la prevención, el monitoreo y recuperación del suelo ya degradado se podrá enfrentar eficazmente la desertificación en Argentina.

Prevención

En principio, resulta clave frenar los procesos de degradación del suelo para evitar la pérdida de sus propiedades. Por tanto, la adopción de prácticas sostenibles no debe esperar. Algunas prácticas que promueven la conservación del suelo son:

  • Rotación de cultivos, evitando que el suelo quede desnudo propenso a la erosión.

  • Uso eficiente del agua, evitando la salinificación del suelo.

  • Conservación de los ecosistemas naturales que aún existen, protegiéndolos de la deforestación e incendios intencionales.

Monitoreo

El monitoreo continuo de parámetros biológicos resulta crucial para evaluar la magnitud de los cambios en los ecosistemas. Este seguimiento permite cuantificar los impactos y ofrecer una evaluación detallada del estado de la situación. 

Además, facilita la identificación temprana de problemas y la implementación de medidas correctivas. Herramientas como sensores y análisis de imágenes satelitales son esenciales para mejorar la precisión del monitoreo.

Manejo adecuado de suelo

Es necesario implementar buenas prácticas para la estabilización y posterior regeneración de suelos desertificados. Entre estas prácticas podemos mencionar:

  • Evitar el uso de transportes y maquinaria que puedan compactar el suelo

  • Manejo holístico en prácticas agrícolas y ganaderas, evitando el sobrepastoreo y el uso excesivo de fertilizantes y aditivos químicos que atentan contra la biodiversidad natural del suelo

Soluciones de bioingeniería para combatir la desertificación en Argentina 

Cuando la degradación ya es evidente, los proyectos de bioingeniería se presentan como una estrategia integral para enfrentar el problema. Al combinar principios de biología e ingeniería civil, aprovechan la diversidad biológica de plantas y microorganismos para restaurar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. 

Las técnicas de bioingeniería actúan principalmente sobre la estabilización del suelo, ya que un suelo estabilizado genera las condiciones adecuadas para la revegetación de las zonas áridas y por ende para la mitigación de la desertificación.

Otra ventaja de la bioingeniería es que estas técnicas se adaptan a la topografía y las condiciones locales, creando soluciones flexibles y resilientes. Además, al utilizar materiales naturales como la vegetación, estas técnicas favorecen la biodiversidad, mejoran la calidad del suelo y contribuyen a regular el microclima.

Algunas de las técnicas de bioingeniería que pueden favorecer el proceso de estabilización del suelo en estado de desertificación o degradación severa son:

  • Hidromanto: Consiste en aplicar un mantillo de fibras naturales creando una capa protectora sobre el suelo desnudo Esta tecnología, no solo protege el suelo de procesos erosivos, sino que también favorece la diversidad biológica del suelo, y por ende su estabilización.

  • Biomantas: Las biomantas protegen al suelo desnudo de corrientes de viento o agua, reduciendo procesos de erosión hídrica o eólica naturales y favoreciendo la conservación de la capa fértil (primeros 20cm de suelo), lo cual genera condiciones adecuadas para la implantación y crecimiento de vegetación.

  • Biorrollos: Al igual que los biomantos, los biorrollos frenan las corrientes de agua provenientes de precipitaciones aguas arriba que pueden generar arrastres de suelo. Esto reduce significativamente las pérdidas de suelo y en el largo plazo favorece a la estabilización biológica y física del mismo.

Reflexiones finales

La desertificación es un concepto relativamente joven que aún no ha recibido la atención que merece. Este proceso silencioso avanza rápidamente sobre nuestro territorio, generando consecuencias que, si no se abordan a tiempo, podrían ser irreversibles. Los indicadores de la desertificación en Argentina son alarmantes y subrayan la urgencia de actuar.

En este contexto, los proyectos de bioingeniería emergen como una solución innovadora con un enorme potencial de remediación. Combinando principios de biología, ecología e ingeniería, estas iniciativas facilitan la restauración a gran escala de las propiedades del suelo. En tanto, ofrecen una respuesta integral y efectiva para combatir la desertificación en Argentina y preservar nuestros suelos.

Bibliografía
















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